Llevo unos días queríendo poner un post mediano sobre uno de mis grupos favoritos. Lo que pasa es que es algo tan casposo que dudo que os llegue a gustar pero en fin. No todos seréis capaces de abrir vuestra mente y situarla en unos años en los que la música electrónica era algo en estado fetal pero, para que os hagáis a la idea, YMO fue en Japón a la música electrónica lo que los Beatles fueron en Reino Unido al pop. Tratad de saborearlo.

Antes de nada...¿Quiénes integraban Yellow Magic Orchestra?:

Haruomi Hosono, Yukihiro Takahashi y Ryuichi Sakamoto.

Si los dos primeros no os suenan de nada está bien pero si Ryuichi Sakamoto, compositor de fama internacional ganador de todos los premios habidos y por haber, no os suena...debería preocuparos vuestra incultura musical. Pero seguro que os suena...y si no mirad aquí.

No es de extrañar su repercusión...fueron pioneros en aprovechar el big bang de la era de los computadores y llevarlo al apartado de lo musical. En semanas nacieron tantos géneros musicales nuevos que fue como volver a la Europa de Mozart...pero a otro nivel, claro, :P

Pensad en los cinturones de seguridad. Hace décadas eran un invento de esos de teletienda de las 3 de la mañana y ahora no hay coche sin ellos. Ese fue el impacto de los sintetizadores en el apartado de la música y Y.M.O aprovecharon el tirón como nadie.

Pero no se quedaron ahí. Sus videos musicales plagados de efectos especiales creados electrónicamente, por entonces, inéditos en el mundo musical. Ahora os darán risa pero cuantitativamente su impacto fue, para que nos entendamos, como pasar toda tu vida jugando a una NES y de pronto ver la PlayStation 3.

Os explico todo esto porque yo no me voy a enrollar contando su historia (dudo que de primeras os interese) y para que cuando veáis estos videos de muestra que pongo con cara de "y esto qué coño es...?" sepáis que cualqueir banda sonora de juego, de anime, etc...debe su existencia a esta cosa tan rara llamada "sintetizador" que con tanta maestría introdujo Yellow Magic Orchestra en el corazón japonés.

Insisto, a día de hoy dan risa...pero en fín, a ver quién es capaz de saborearlos:

YMO - Technopolis